Una silla estabilizadora, también conocida como silla antivuelco o silla de apoyo, sirve para:
Prevenir vuelcos: Evita que la silla se vuelque hacia adelante o hacia atrás, lo que puede causar lesiones en el bebé.
Mantener la postura: Ayuda a mantener la postura correcta del bebé, evitando que se incline hacia adelante o hacia atrás.
Proporcionar apoyo: Ofrece apoyo adicional para el bebé, especialmente si tiene dificultades para sentarse solo.
Fomentar el desarrollo motor: Ayuda al bebé a desarrollar sus habilidades motoras, como sentarse y mantener el equilibrio.
Seguridad durante la alimentación: Es útil durante la alimentación, ya que mantiene al bebé seguro y estable.
Conveniencia: Puede ser fácil de transportar y almacenar, lo que la hace conveniente para uso en casa o en viajes.
Ayuda para bebés con necesidades especiales: Puede ser especialmente útil para bebés con necesidades especiales, como parálisis cerebral o retraso en el desarrollo motor.